Responsabilidad social e informacional en Brasil

Resumen

A principios del siglo pasado, la mayor responsabilidad de la Biblioteconomía era la preservación del material bibliográfico. A mediados de ese siglo, aparecieron los ingleses y demostraron que, mucho más que preservar, la gran responsabilidad sería la difusión del material bibliográfico. Es claro que tanto las bibliotecas como la industria editorial se desarrollaron en el mundo anglosajón y estos países determinaron la hegemonía económica, educativa e informativa de la humanidad. Durante la guerra fría, pero específicamente con el lanzamiento del Sputnik por parte de los rusos, el mundo, en especial los Estados Unidos de América (EE.UU.), se dio cuenta de la necesidad del control bibliográfico y de una nueva forma de formar profesionales de la información con capacidad para evaluar información estratégica. . A principios de los años sesenta, las obras de Scarpit denominadas 'hambre de leer y la revolución del libro', comenzaron a demostrar que el libro no solo era para el ocio o con fines didácticos, demostraban que el libro era también el gran camino hacia la inclusión social. A fines de la década de 1980, Masuda argumentó que la humanidad estaba saliendo de una sociedad posindustrial y entrando en una sociedad de la información. Información como sinónimo de riqueza, inclusión social y generación de una política de empleo e ingresos. Luego viene la globalización y la revolución tecnológica que crean en todas las áreas del conocimiento, especialmente en las Ciencias de la Información, nuevas profesiones y, al mismo tiempo, rompen diferentes paradigmas y acaban también con las viejas profesiones. Aumentan los desafíos para las Ciencias de la Información: ¿cómo acabar con la exclusión social?; ¿Cómo formar un público lector utilizando material bibliográfico, digital e informativo? Surge entonces la cuestión de la alfabetización informacional y la competencia informacional, lo que demuestra que la alfabetización informacional es tan importante como la alfabetización educativa. Los nuevos desafíos son cómo la Ciencia de la Información participará en la tercera revolución en la que los científicos defienden la convergencia científica y, también, ¿cómo participará la Ciencia de la Información en la reducción de la brecha entre el conocimiento y las políticas públicas?