Memorias comunitarias fragmentadas en las bibliotecas públicas

Resumen

Presenta el concepto de "memorias comunitarias fragmentadas", alineando las categorías de memoria, comunidad y fragmento. Destaca la memoria como fenómeno social y componente cultural situado entre saberes y conocimientos, en medio de relaciones subjetivas e intersubjetivas marcadas por afectos y cruces. Ancla el concepto de memoria a la experiencia de Benjamin y enfatiza la dimensión creativa de la memoria basada en estructuras de poder. ¿Cómo reconocer las memorias comunitarias fragmentadas como caminos de resistencia, producción, vivencia y creación en las bibliotecas públicas? se plantea como problema y da lugar al siguiente objetivo general: reconocer las memorias comunitarias fragmentadas y sus dinámicas, entendiendo que configuran una resistencia propia para el empoderamiento comunitario y el abordaje de la pobreza informacional. Reconoce la realidad de las comunidades de la periferia de Brasil, marcada por las desigualdades sociales y la desestructuración general en un país que desprecia la historia y la memoria como componentes esenciales en la construcción de formas de existir. Señala la exclusión infotecnológica, sus desafíos y problemas para establecer nuevas prácticas socioculturales, moldeando el paso de la lógica disciplinaria al control (FOUCAULT, 1997); así como el paso de la experiencia a la vivencia en Benjamin. Todo esto determina formas de vida - de ver, actuar, recordar y olvidar, propagando cambios en el campo social de la memoria y la percepción (Foucault, 2006; Benjamin, 2012). La investigación se define como social, teórico-empírica, exploratoria y cualitativa, centrada en la investigación bibliográfica. Es posible afirmar que las bibliotecas ayudan a transformar la historia de las comunidades, siempre y cuando las personas asuman el liderazgo en los dominios del pasado y del presente para iluminar el futuro. El concepto de memorias comunitarias fragmentadas posiciona las discusiones sobre el concepto de "memoria", admitiendo la complejidad de escribir sobre el concepto de resistencia, pues requiere de una serie de elementos que construyen la relación entre ésta y la memoria. La resistencia se configura en los modos de producción, vivencia y creación de los sujetos, siempre y cuando estén vinculados a estructuras de poder. Salztrager y Gondar (2021) destacan la memoria como instrumento de poder, como medio de instituir normas y valores, por lo que también es un lugar de resistencia. (2013) señala que la resistencia está primero en relación con el poder, por lo que no hay poder sin resistencia. ¿Por qué "memorias comunitarias fragmentadas"?  Porque todo poder político pretende controlar la memoria, seleccionando lo que debe ser recordado u olvidado, por lo que cada recuerdo y olvido funciona como un "fragmento" de memoria, y una suma de fragmentos forma un mosaico benjaminiano. Si el poder es productivo y produce esencialmente subjetividad, Foucault sostiene que los recuerdos se producen, y ahí es donde radica la investigación. Y, sobre todo, si esos sujetos (comunidades) participan en disputas (recuerdo-olvido), la manipulación de la memoria funciona como uno de los mayores mecanismos de gestión de la historia y de mantenimiento de las desigualdades y de la pobreza informativa.